Tras mi primera lección de moto, hace un mes y medio (de la que conservo un par de vídeos que NUNCA colgaré aquí), no me he decidido a tenerla como medio de locomoción habitual.
La carretera en Nicaragua daría para un blog monotemático (o un libro, a ver cuando se anima Alfonso ;-D).
Veo chóferes a toda velocidad peinándose cada poco mientras se miran en el retrovisor, y pitando como descosidos (lo cual es una precaución muy adecuada, debido a la cantidad de gente, animales, gente sobre animales y vehículos de toda índole que circulan más o menos a la orilla, como veis en la foto a veces en medio de los coches vendiendo de todo, aunque Managua es otro mundo...).
Veo las "carreteras de primera" (de no pasar de primera).
Veo la gente pidiendo raid (autostop), que una vez que se monta en ocasiones casi se convierten en los conductores, y se va donde ellos quieren (aunque se suelen montar en la tina de la ranchera...). Como dicen aquí: "limosnero y con garrote".
Y agarraros, en algunas ciudades (Jinotega, p.e.) hay carnet de ciclista, matrícula para las bicis y permiso de circulación para las bicis (que poca gente respeta, pero haberlo hailo).Cuentan que es una estrategia como otra cualquiera para "recaudar".
Así que lo que he hecho es comprar una bici de segunda mano (con matrícula y papeles, por supuesto, aunque tengo que sacarme la licencia, como me pillen...) a Francisco, uno de los guardas de la Cuculmeca, que él me ayuda a reparar cuando tengo algún problema. Así de paso aprendo mecánica de bicis, muy útil en cualquier sitio, pero aquí más, el segundo día no sé donde me metí que tenía 2 pinchazos en la rueda de adelante y 4 (?¡) en la de atrás...
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