10 sept 2007

VACACIONES AMPLIADAS, CAPÍTULO I


Como el año pasado, las vacaciones las he pasado en Nicaragua y en buena compañía... Demasiadas cosas para ver en este país como para irme a otros (de momento). Y fui a un lugar donde ya hacía tiempo que quería ir, y no quería marcharme de aquí sin conocerlo: la zona Caribe, en este caso la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS). Y se cumplieron las expectativas. Otro mundo, otro país dentro de un país. Con una mezcla increíble de culturas y lenguas (ahí como mínimo hablan miskito, inglés y español), que además se mezclan en el tiempo y el espacio, aquí unos niños hablando en español, allá una madre riñendo a su hijo en miskito, y posteriormente ese mismo niño pidiendo "one dollar". El español está avanzando en esta zona por la televisión (y la imposición del país), aunque en estas zonas el inglés es también oficial, y las lenguas indígenas propias de la zona (los casi extintos ramas, los miskitos, los garífunas y los sumos o mejor llamados mayagnas). Ha habido mezclas de "españoles" (como les llaman en esta zona a los habitantes del Pacífico nica), piratas ingleses y de otros países, indígenas prehispánicos y esclavos negros procedentes de barcos que se hundieron en las costas y se quedaron en la zona. Imaginaros el crisol...
En Bluefields un atardecer con rundown (comida típica) al lado del mar escuchando Palo de Mayo y reggae, para luego ir a Laguna de Perlas dos días, un pequeño paraíso con agua que te llega a las rodillas. Eso sí, para llegar atravesamos en avión unas zonas donde las calvas en la selva nos recuerdan qué es eso del "avance de la frontera agrícola". En Laguna de Perlas estuvimos en una comunidad cercana muy apacible (Awas), excepto porque la gente siempre te persigue para ver si te puede sacar plata, aunque son muy amables. Un pescador se ofreció para llevarnos a dar un tour por comunidades en la laguna, pero al final resultó que se quedó sin gasolina y solo podía remar, con lo que fuimos por allí cerca un par de horas y se acabó la excursión (no os fieis de los pescadores que os aborden por allí, pues, es mejor tratar con los contactos de los hotelitos de la zona...). De todas formas nos sirvió para conocer la idiosincrasia de los habitantes de la zona (en su mayoría miskitos), y las diferencias entre gente humilde y los pastosos con casas tipo culebrón.
De Laguna de Perlas volvimos a Bluefields (hay pangas que tardan como una hora, de las que a eso de las 6 am sale una o dos según la demanda, y más adelante salen según demanda, a punto estuvimos de quedarnos en tierra porque hay que ir con tiempo y pelear con el caos que se monta para la venta de tickets, en fin, nunca me acostumbraré a algunas cosas hacerlas con tanta parsimonia y para otras tanto estrés...).
Ese mismo día (miércoles) las 9 am salía de Bluefields a Corn Island el único barco de línea regular que sale en toda la semana, y que a las 14 nos dejó en el "puerto" de Corn Island, tras atravesar la laguna de Bluefields, pasar por El Bluff (que se pronuncia El Blob, y es el puerto de Bluefields, ya hacia mar abierto, con un montón de chinos allí trabajando, nunca había visto chinos tan morenos), y salir al mar Caribe, donde el color amarronado del agua de las lagunas se convierte en azul brillante al cabo de unos kilómetros de avanzar mar adentro (ese día estaba bastante tranquilo, aunque aun así una isleña que viajaba con nosotros iba bastante nerviosa, por no emplear otra palabra). Por cierto, si viajais por toda esta zona con dólares procurad llevar billetes nuevos.
Ese mismo día, por la tarde, y tras dar una vuelta completa a Big Corn Island en taxi (como reconocimiento) nos fuimos a Little Corn Island (al norte de la Big, a media hora en panga), que nos habían dicho que es lo más parecido a una isla del caribe de estas de película, con los cocoteros al lado del mar, aguas azulísimas, cabañitas, y todavía poca gente viviendo allí (en la Big hay 1000 habitantes por Km2, una animalada para una isla de 10 Km2). Y la verdad es que no nos sentimos desilusionados. Llegamos a un embarcadero en un pueblecito (el único de la isla), y ya nos fuimos caminando hacia la parte norte, la más tranquila, hasta que encontramos una zona de playas preciosas, en la más bonita de las cuales está Ensueños, donde pasamos dos días que no creo que olvidemos.

Ah, confirmo que los arrecifes a menos de 2 metros de profundidad llenos de peces de colores existen, no son peceras y peces retocados con el Corel o el Photoshop (aunque el snorkeling no sirve para principiantes siempre ayuda tener una colchoneta hinchable). Un saludo para Ramón y gracias por todo.
Aun tuvimos tiempo de pasar una tarde y una noche en Big Corn Island, en un hotel muy cuco llamado Anastasia's, con un restaurante sobre el mar (y también los arrecifes de coral allí al ladito). Y al día siguiente ya nos fuimos de esta zona tan distinta a la otra Nicaragua que yo conocía, volando de vuelta a Managua, para por la tarde irnos a la playa de Masachapa (la de la canción), o sea, pasar del Caribe al Pacífico.

Una semana después llegó el Huracán Félix, que aunque afectó más a la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), en esta zona también dejó bastantes daños, y que te hace pensar lo rápido que el paraíso se puede convertir en un infierno, sobre todo para los que viven allí y no pueden agarrar el avión e irse...

¿Que por qué no he puesto fotos de estos sitios tan chulísimos? Eso es otra larga historia, que la contaremos en el próximo capítulo...

2 comentarios:

fpuga dijo...

Estaba pensando en lo de las fotos pero al ver tus puntos suspensivos me acordé de lo que os paso...

Cuando vuelvas vas a tener acento nica :)

David dijo...

Yo también pase el año pasados mis vacaciones en Nicaragua y la pase muy bien. Espero poder ir nuevamente, aunque este año tengo ganas de quedarme en el país y por eso me gustaría obtener Vuelos a Buenos Aires desde Salta