¿De qué se trata? Pues básicamente en esta fase, ya con los primeros talleres de presentación del proyecto y diagnóstico inicial en las comunidades completados, y realizando los segundos talleres, se comentó algunos problemas de delimitación encontrados y se trató de clarificar ciertos conceptos con los propios concejos municipales y unidades técnicas municipales (UTM). Se tocaron tres temas básicos:
- Por un lado comparar el
listado de comunidades que se contemplaban, y que manejaba la propia alcaldía, con lo que realmente decía la gente de las propias comunidades. En muchos casos había gente que consideraba que no pertenecía a la comunidad que desde la alcaldía nos habían dicho, sino que eran otra comunidad "independiente" (a veces por problemas con proyectos, otras porque en realidad históricamente no habían sido la misma, y otras por tema político que en ocasiones era alimentado por los propios partidos). Comunidad es el equivalente a nuestro "núcleo de población", que en España tiene unas características definidas a nivel estatal, pero que en Nicaragua no tiene una definición estándar que se maneje en todas las alcaldías. Así, mientras en Yalí ya tienen delimitado que una comunidad para ser tal tiene que tener un mínimo de 50 personas, y si no serían como mucho un barrio de otra comunidad mayor, en La Concordia no tienen ningún criterio aprobado todavía. Esto es un problema, ya que La Concordia entra completamente en el territorio del proyecto, y es donde más problemas de este tipo nos hemos encontrado. En la foto veis una delimitación de comunidades realizada por la propia UTM de la Concordia.

- Por otro lado tenemos el problema del listado de líderes de las comunidades facilitado por las Alcaldías a través de sus Comités de Desarrollo Municipal (que coordinan a los Comités de Desarrollo Comunitario, algo así como las Juntas de Vecinos en España). A veces no coincide el líder comunitario que nos facilitan con el real, con lo que al contactar para coordinar los talleres o cualquier comunicación, si el líder al que nos dirigimos no es el aceptado por la comunidad (y es más bien el impuesto por la alcaldía), no tiene tanto poder de convocatoria. Y también está el problema vinculado con el anterior de las comunidades que se quieren independizar, donde barrios de comunidades que se quieren separar tienen su propio líder (naturalmente no reconocido oficialmente por la alcaldía), y no hacen caso de las convocatorias del líder "oficial".
- Por último se trató un tema bastante común en las alcaldías nicaragüenses, y también en otros muchos países. Se trata de las comunidades periféricas de las alcaldías, limítrofes con otras alcaldías, y que a veces son atendidas por la alcaldía con la que limitan, ya sea por mayor cercanía a la capitalidad de la otra alcaldía o porque ésta tiene más recursos. El sistema a veces tiene respaldo de la alcaldía a la que pertenece la comunidad, que avala a la alcaldía de al lado para que sea ella quien se ocupe de esta comunidad que está casi "en tierra de nadie". Esto muchas veces da lugar a confusiones incluso entre los propios vecinos, que aunque territorialmente su comunidad pertenece a una alcaldía, ellos se sienten más de la de al lado porque es quien les atiende (e incluso llegan a pagar sus impuestos en la otra alcaldía, incluido el de catastro, que poco a poco se está implantando en las tres alcaldías del proyecto, y que por cierto para realizarlo les ha venido muy bien los GPS y la capacitación que se les proporcionó con nuestro proyecto). La idea es que cada alcaldía nos aclare los acuerdos de este tipo que tengan con las alcaldías limítrofes para saber bien por donde pisamos.