Un día fui testigo del estado en que salían tras un fin de semana de "ejercicios espirituales" con cantos y rezos. El último de los "ejercicios" sumió (eran todo chicas esta vez) a algunas en un estado de éxtasis-histeria y a muchas las tenían que llevar entre varios, incluso alguna desmayada, muchas llorando... En fin..., no pueden salir, beber, jugar y no sé cuantas cosas más (incluido muchas de las iglesias prohiben que las mujeres vayan en pantalón, pues tienen que tener su válvula de escape con estos conciertos de éxtasis. Incluso una iba farfullando como si hablara en otro idioma, como cuando los niños (y no tan niños) hablan inglés de coña (" a guachu guay"). Claro, para inflamar al personal la animadora gritaba "Espíritu Santo ven", con otras haciendo coro y una música muy animada (toda iglesia evangélica lo primero que necesita, casi antes que local, son instrumentos musicales), y la gente supongo que se sugestionaba demasiado...
En cuanto a las iglesias católicas creo que ya comenté que me llama mucho la atención el estilo colorista y luminoso de los templo
Lo que está claro es que casi todo el mundo cree en algo, y les encanta preguntar tus creencias y discutirlas (como preguntarte si crees en "El Gran Colochón": colocho es rizo, y como Jesús se representa con el pelo rizado le llaman Colochón, y a Dios El Gran Colochón...). Y sobra decir que en el día a día del proyecto, sobre todo en talleres comunitarios y tratando con la gente, las metáforas religiosas son muy usadas por los facilitadores para hacerse entender mejor (y a fe que lo consiguen). Eso sí, les sorprendía bastante que un chele supiera de temas religiosos y bíblicos, lo que no suele ser habitual entre los cooperantes "no religiosos" (el tiempo de católico practicante ahora me sirve para entender mucho mejor su cultura, quien me lo iba a decir, así que aprovecho para defender desde aquí una asignatura de "historia de las religiones" no doctrinal como formación básica de los chavalos)