21 sept 2007

IDENTIFICANDO LOS BENEFICIARIOS

Durante el mes de septiembre Carlos, el técnico de La Cuculmeca (nuestra contraparte), con Eric, que le está apoyando, han estado ya contactando con los 4 líderes de las comunidades y recorriendo el terreno para generar un listado previo de la posible población beneficiaria. El criterio principal ha sido que sea gente que tenga en su terreno áreas degradadas que afecten especialmente a ojos de agua, fuentes o quebradas (riachuelos), sin importar tanto el tamaño de la finca. Otro criterio ha sido que no sean beneficiarios simultáneamente de otro proyecto conducido por ISF y La Cuculmeca de uso eficiente del agua para temas productivos (aunque sí podrán haber sido beneficiarios de un proyecto anterior, de temática similar, pero que ya ha concluido, ya que se ve que puede haber una complementariedad). Han ido recorriendo las distintas fincas y excluyendo algunos, e incluyendo alguno más (aquí a la derecha veis una de las visitas a las fincas).
En esta última semana se ha realizado una reunión en cada comunidad a donde se invitó a toda la población beneficiaria preidentificada, y abriéndola a otros más, para explicarles de forma clara en qué consistiría el proyecto y cuál debería ser su aporte (de trabajo y mantenimiento y aplicación de prácticas sostenibles incluso después del año que dure el proyecto). A la izquierda podeis ver a Carlos, nuestro técnico, contándoles todo eso a los beneficiarios preidentificados. Ha habido una asistencia alta excepto en Boniche, donde coincidió con una actividad agropecuaria aprovechando uno de los escasos días soleados existentes, y donde asistió un 50% de los invitados. En cualquier caso a finales de septiembre o principios de octubre se espera tener la lista de los 60 beneficiarios, de los que ya se han confirmado una gran parte (casi 50).
Esto ha comenzado...

16 sept 2007

VACACIONES AMPLIADAS, CAPÍTULO II

Acabamos la primera parte del viaje pasando del Caribe al Pacífico en un día. Así que llegamos a Masachapa acompañados de una lluvia fuerte de las que hay por aquí en esta época, a tiempo para buscar un hotelito y darnos un chapuzón. El problema es que la playa más cercana estaba muy sucia por las lluvias que arrastraron mucho sedimento y maleza y desembocaban allí cerca, así que buscamos otra algo más apartada y tranquila. Al día siguiente, tras pasarlas canutas para encontrar un sitio para desayunar (hombre, ya sé que era tarde, pero aun así...) y platicar con una pareja de médicos muy simpáticos (que nos contaron todo tipo de anécdotas médicas, imaginaros...) volvimos al hotel para dejar libre la habitación y dejar la maleta guardada en la recepción, mientras nos dábamos el último bañito antes de pillar el último busito para Managua (llegando al mercado Israel Lewites en dos horitas, para quien le interese) que salía a las 16:30. Y nos llevamos el bolso con nosotros "por si acaso...". Mientras nos bañábamos dejamos en un muro las cosas tapadas por la toalla a la vista desde donde nos chapuzábamos. Todo estaba tranquilo, una pareja se bañaba por allí, y un chico un poco más lejos (con pinta sospechosa, pero como íbamos a estar siempre con un ojo encima de las cosas no problem...). De pronto el chico no estaba, y de nuestras cosas solo encontramos la toalla tapando mis sandalias, el resto voló... (vamos, que se lo pusimos en bandeja)

MORALEJA: eres un guiri, no te creas tan listo si estás fuera de tu casa ;-DD

A partir de aquí comienza una parte del viaje que bautizamos como "Turismo Institucional", yendo a poner la denuncia, con la policía (eso sí, muy amable y hasta eficiente, puede que hasta hayan ya encontrado mi cámara, tengo que ir a confirmarlo), sin plata, ni tarjetas, ni pasaportes, ni cámara con fotos del viaje, ni na de na, menos mal que nos dieron raid a Managua la pareja que se estaba bañando cuando nosotros, y en Managua ya tuvimos el apoyo logístico de la oficina ISF (muchas gracias por todo!). Y luego quedó el tema de la embajada, comprar nuevo billete de avión porque al volver por USA sólo servía el pasaporte electrónico (que se hace en España y no llegaba a tiempo) y no el salvoconducto de la embajada, más policía, anular las tarjetas y blablabla. Todo un aprendizaje (aunque me gustó más el Caribe...).
El lado bueno fue que las vacaciones duraron una semana más de lo previsto..., aunque ahí fue cuando entró el huracán Félix y no pudimos unir las dos rutas de turismo comunitario que se han estado formando en la zona del Lago Apanás, muy cercano a Jinotega (Jigüina y Sisle) como hubiéramos querido, cruzando el lago de una a la otra. Pero sí tuvimos tiempo de dar una gira por la zona del nuevo proyecto de ESF Galicia, para luego irnos el fin de semana al Paisaje Terrestre Protegido Miraflor-Moropotente (una parte del cual entra en el área del proyecto de Ordenamiento Territorial, y que es absolutamente recomendable visitar). Y en la semana "adicional" tampoco perdimos el tiempo, aparte de vaguear en Jinotega estuvimos en Selva Negra (un hotel tipo Alpes alemanes en las montañas del norte nicaragüense entre Matagalpa y Jinotega, con senderos preciosos y muy bien indicados en medio de la nebliselva, y que por cierto aprendimos bien por qué se llama nebliselva...), y luego ya con todos los petates bajar a bañarse en la Laguna de Apoyo (que yo conocía desde las alturas de Catarina), ver la verbena de Masaya (y caer en la tentación de comprar algunas cosillas en sus dos mercados, incluída una hamaca) y subir al único parque nacional de Nicaragua, el Volcán Masaya (yo ya lo conocía, y para quién le interese se puede llegar en bus a la entrada y te suben en vehículo los guardas del parque por el módico precio de 10 córdobas por cabeza, mínimo 50, lo digo porque nos cansamos de dar vueltas en Masaya preguntando y nadie nos lo dijo, así que tuvimos que agarrar el bus y luego unas motitos de tres ruedas que naturalmente solo nos dejaron en la entrada porque el motor no les daba para subir hasta arriba, y no nos apetecía subir caminando los 5 Km que hay hasta el cráter, aunque mucha gente lo hace). También para quien le interese, top-model se había cansado de los turistas y ya no estaba, ooooooh.
Y, como el año pasado, sentí que las vacaciones realmente se acabaron ya en el aeropuerto Augusto César Sandino, cuando me despedí de quien hace que cualquier viaje sea estupendo, como lo fue este. Y aun me queda muchísimo por conocer de esta Nicaragua, Nicaragüita...

10 sept 2007

VACACIONES AMPLIADAS, CAPÍTULO I


Como el año pasado, las vacaciones las he pasado en Nicaragua y en buena compañía... Demasiadas cosas para ver en este país como para irme a otros (de momento). Y fui a un lugar donde ya hacía tiempo que quería ir, y no quería marcharme de aquí sin conocerlo: la zona Caribe, en este caso la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS). Y se cumplieron las expectativas. Otro mundo, otro país dentro de un país. Con una mezcla increíble de culturas y lenguas (ahí como mínimo hablan miskito, inglés y español), que además se mezclan en el tiempo y el espacio, aquí unos niños hablando en español, allá una madre riñendo a su hijo en miskito, y posteriormente ese mismo niño pidiendo "one dollar". El español está avanzando en esta zona por la televisión (y la imposición del país), aunque en estas zonas el inglés es también oficial, y las lenguas indígenas propias de la zona (los casi extintos ramas, los miskitos, los garífunas y los sumos o mejor llamados mayagnas). Ha habido mezclas de "españoles" (como les llaman en esta zona a los habitantes del Pacífico nica), piratas ingleses y de otros países, indígenas prehispánicos y esclavos negros procedentes de barcos que se hundieron en las costas y se quedaron en la zona. Imaginaros el crisol...
En Bluefields un atardecer con rundown (comida típica) al lado del mar escuchando Palo de Mayo y reggae, para luego ir a Laguna de Perlas dos días, un pequeño paraíso con agua que te llega a las rodillas. Eso sí, para llegar atravesamos en avión unas zonas donde las calvas en la selva nos recuerdan qué es eso del "avance de la frontera agrícola". En Laguna de Perlas estuvimos en una comunidad cercana muy apacible (Awas), excepto porque la gente siempre te persigue para ver si te puede sacar plata, aunque son muy amables. Un pescador se ofreció para llevarnos a dar un tour por comunidades en la laguna, pero al final resultó que se quedó sin gasolina y solo podía remar, con lo que fuimos por allí cerca un par de horas y se acabó la excursión (no os fieis de los pescadores que os aborden por allí, pues, es mejor tratar con los contactos de los hotelitos de la zona...). De todas formas nos sirvió para conocer la idiosincrasia de los habitantes de la zona (en su mayoría miskitos), y las diferencias entre gente humilde y los pastosos con casas tipo culebrón.
De Laguna de Perlas volvimos a Bluefields (hay pangas que tardan como una hora, de las que a eso de las 6 am sale una o dos según la demanda, y más adelante salen según demanda, a punto estuvimos de quedarnos en tierra porque hay que ir con tiempo y pelear con el caos que se monta para la venta de tickets, en fin, nunca me acostumbraré a algunas cosas hacerlas con tanta parsimonia y para otras tanto estrés...).
Ese mismo día (miércoles) las 9 am salía de Bluefields a Corn Island el único barco de línea regular que sale en toda la semana, y que a las 14 nos dejó en el "puerto" de Corn Island, tras atravesar la laguna de Bluefields, pasar por El Bluff (que se pronuncia El Blob, y es el puerto de Bluefields, ya hacia mar abierto, con un montón de chinos allí trabajando, nunca había visto chinos tan morenos), y salir al mar Caribe, donde el color amarronado del agua de las lagunas se convierte en azul brillante al cabo de unos kilómetros de avanzar mar adentro (ese día estaba bastante tranquilo, aunque aun así una isleña que viajaba con nosotros iba bastante nerviosa, por no emplear otra palabra). Por cierto, si viajais por toda esta zona con dólares procurad llevar billetes nuevos.
Ese mismo día, por la tarde, y tras dar una vuelta completa a Big Corn Island en taxi (como reconocimiento) nos fuimos a Little Corn Island (al norte de la Big, a media hora en panga), que nos habían dicho que es lo más parecido a una isla del caribe de estas de película, con los cocoteros al lado del mar, aguas azulísimas, cabañitas, y todavía poca gente viviendo allí (en la Big hay 1000 habitantes por Km2, una animalada para una isla de 10 Km2). Y la verdad es que no nos sentimos desilusionados. Llegamos a un embarcadero en un pueblecito (el único de la isla), y ya nos fuimos caminando hacia la parte norte, la más tranquila, hasta que encontramos una zona de playas preciosas, en la más bonita de las cuales está Ensueños, donde pasamos dos días que no creo que olvidemos.

Ah, confirmo que los arrecifes a menos de 2 metros de profundidad llenos de peces de colores existen, no son peceras y peces retocados con el Corel o el Photoshop (aunque el snorkeling no sirve para principiantes siempre ayuda tener una colchoneta hinchable). Un saludo para Ramón y gracias por todo.
Aun tuvimos tiempo de pasar una tarde y una noche en Big Corn Island, en un hotel muy cuco llamado Anastasia's, con un restaurante sobre el mar (y también los arrecifes de coral allí al ladito). Y al día siguiente ya nos fuimos de esta zona tan distinta a la otra Nicaragua que yo conocía, volando de vuelta a Managua, para por la tarde irnos a la playa de Masachapa (la de la canción), o sea, pasar del Caribe al Pacífico.

Una semana después llegó el Huracán Félix, que aunque afectó más a la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), en esta zona también dejó bastantes daños, y que te hace pensar lo rápido que el paraíso se puede convertir en un infierno, sobre todo para los que viven allí y no pueden agarrar el avión e irse...

¿Que por qué no he puesto fotos de estos sitios tan chulísimos? Eso es otra larga historia, que la contaremos en el próximo capítulo...